miércoles, 24 de febrero de 2016

Técnicas de estudio: el subrayado




1. Lee el texto una vez sin subrayarlo, prestando atención a lo que lees. Una primera lectura sin subrayar es fundamental, porque es la que nos enseñará a distinguir entre lo principal y lo secundario.
2. Elige dos rotuladores que tengan un color lo más diferenciado posible entre ellos. Un rotulador nos servirá para las ideas principales y el otro para las ideas secundarias. Es importante que sean colores diferenciados porque cuando volvamos al texto nuestra vista estará educada para discernir entre las palabras claves y las que no lo son.
3. No subrayes líneas, sino palabras o sintagmas.Muchas veces, cuando subrayamos, lo hacemos sin leer y ello hace que no nos sirva lo que subrayamos, ya que a la hora de releerlo hay demasiada información y no sabemos separar lo importante de lo superfluo. Subrayar sin leer es una absoluta pérdida de tiempo.
Aquí tienes un ejemplo de texto mal subrayado
Captura de pantalla 2013-04-30 a la(s) 09.20.09
Fijaos que este texto no sigue ningún criterio a la hora de subrayar. Se ve claramente como el subrayado se hace sin leer la totalidad del texto, es un subrayado automático, se hace sin pensar y luego no sirve para elaborar esquemas, resúmenes o para estudiar.
4. Procura que la gran mayoría de palabras subrayadas sean sustantivos. Más del 80% de las palabras que subrayes deben ser sustantivos. El otro 20% pueden ser adjetivos o verbos. El resto de categorías gramaticales casi nunca se subrayan a no ser que sean pertinentes para el texto que estamos subrayando.
5. Revisa el texto por última vez. Te recomiendo que una vez hayas subrayado el texto, vuelvas a leerlo una vez más por si debes añadir o rectificar alguna palabra que se te haya pasado durante las lecturas anteriores.
Aquí tienes un ejemplo de texto bien subrayado
Captura de pantalla 2013-04-30 a la(s) 09.17.42
Fijaos como en este texto la mayoría de palabras subrayadas son sustantivos. A diferencia del otro texto, este tiene palabras subrayadas y no líneas. Esto hace que sea mucho más fácil reconocer lo esencial del texto y también facilita el esquema y su posterior memorización. El tiempo que se invierte en el subrayado, será tiempo que se ganará a la hora de estudiar. Sabrás que has hecho un subrayado adecuado, cuando al leer solamente las palabras subrayadas te quedes con una idea completa del contenido.
El subrayado puede complementarse con las anotaciones al margen. La técnica de las
anotaciones consiste en escribir al lado de cada párrafo las palabras-clave que sintetizan el contenido del mismo y, por eso mismo, no deben de ser extensas.
Si combinas ambas técnicas, seguro que captas mucho mejor las ideas y serás capaz de retenerlas más fácilmente.

Fuente: http://justificaturespuesta.com/

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